En el futuro, que ahora es el año 2034, el sistema de justicia va a estar controlado por la inteligencia artificial, y por supuesto no va a ser color de rosa. «Class of ’09» es una serie de FX enfocada en la intersección de la tecnología con la justicia penal, con todas las implicaciones éticas, sociales…y criminales del caso.
Una persona está preparando la cena en la cocina de su casa, y de pronto todos los equipos se apagan, las puertas se bloquean, suena una alarma y acto seguido llega la policía y se lleva arrestada a esa persona «por un crimen que va a cometer en el futuro»…al menos es lo que el sistema supone. Es el día a día del mundo del futuro de Class of ’09, donde la inteligencia artificial controla la base de datos de crímenes y personas del FBI, y la premisa es que todo el mundo es culpable hasta que el sistema los descarte, muy lejos de «todas las personas son inocentes hasta que se demuestre lo contrario».
«Class of ’09» sigue a un grupo de agentes del FBI en tres líneas de tiempo diferentes: su vida como jóvenes agentes recién graduados en 2009, su existencia en el presente (2023 y 2025) y un futuro donde su trabajo y sus vidas han sido radicalmente transformados por la tecnología. A través de esta estructura de distintas líneas de tiempo, los espectadores pueden ver no sólo cómo se desarrollan los personajes y sus relaciones a lo largo de el, sino también cómo la tecnología cambia la forma en que interactúan con el mundo y su trabajo.
Debo decir que a pesar de que personalmente me molestan las series que tienen constantes flashbacks, porque siento que pierdo la atención en lo que está pasando, la serie hace muy buen trabajo la mayor parte del tiempo saltando entre las tres distintas épocas donde se desarrollan los eventos, y hay un momento en el que no necesitas el título que dice el año porque lo reconoces con la apariencia y la actitud de los personajes.
Bryan Tyree Henry, (nominado al Oscar como actor de reparto en Causeway) es Tayo Michaels, un agente del FBI en proceso de entrenamiento, que llega a ser el director de la institución y quien impone un sistema que cambia la forma en la que se imparte justicia, sumando a la ecuación un sistema de inteligencia artificial muy a lo Minority Report. Su contraparte es Kate Mara (House of Cards, entre otras), como Ashley Poet, en una genial actuación que nos permite ver tres personalidades distintas a medida que cambian los timelines: primero es una persona con una gran empatía y humanidad, luego es una líder muy vocal en el presente y luego da un salto en el futuro porque no mantiene nada de la empatía y humanidad que vemos al inicio de la serie, y sus razones tiene.
Es de esas series que tienes que ver semana a semana, y creo que eso ayuda a que no nos cansemos de los múltiples saltos de timeline…pero es indudable la calidad de la historia, que por supuesto nos invita constantemente a cuestionarnos hasta dónde estamos dispuestos a permitir que la tecnología controle nuestra vida, y a quienes permitiremos controlarla.
Es de las series nuevas de esta temporada que recomiendo ver.