Poco después de que comenzara la cuarentena mundial, nos dimos cuenta
que necesitábamos entender este momento histórico más allá de las
estadísticas, las curvas y los pronósticos. Así es que una tarde de abril, nació este proyecto. Separadas por varios kilometros, – Eileen desde CDMX y yo desde Caracas – decidimos unirnos en esta aventura para tratar de explorar el sinfín de emociones que estaban aflorando a raíz de esta pandemia.
Empezamos por hacer preguntas a nuestros amigos, luego a los amigos de nuestros amigos, y así poco a poco fuimos estableciendo conexiones. Logramos viajar virtualmente por el mundo entero, escuchando historias conmovedoras. Ha sido un ejercicio de reflexión, de unión y compasión.
Es irónico, pero desde que comenzamos este proyecto he conocido más
personas que en los últimos dos años de mi vida. Hablamos con enfermeras, médicos, pacientes afectados por el virus, personas que se han quedado varados en otros países, personas que han sufrido ataques de pánico, personas que han perdido sus trabajos, fotógrafos tratando de adaptarse a las nuevas normas de distanciamiento social, personas que han tenido que vivir duelos familiares en completa soledad, atletas olímpicos y niños. Recibimos una cantidad inmensa de historias a las que nunca imaginamos tener acceso. El recibimiento ha sido completamente inesperado, muchas de las personas que contactamos son completos desconocidos y aun así, han decidido confiar en nosotras y contarnos sus experiencias.
Fuimos recopilando los testimonios a través de notas de voz de Whatsapp, junto con algunas imágenes representativas de sus días en cuarentena. Y así, con esos pocos elementos, fuimos modelando una narrativa que pronto se convirtió en un documental corto titulado Isolation Stories.
No voy a mentir, ha sido un proceso muy duro, recibir tantas historias
desgarradoras nos ha cargado mucho y por supuesto sentimos una
responsabilidad inmensa sobre nuestros hombros de hacerle justicia a
todas las historias que hemos recibido. Pero también ha sido nuestro
refugio. Es terapéutico conectar con tanta gente, y entender que no
estamos solos. Es un proyecto que nos ha enseñado a valorar lo que
tenemos y sentir que de alguna forma, las distancias no son limites.
Este proyecto aún está en proceso de desarrollo. Seguimos trabajando muy duro en la producción, con la emoción de mostrarlo pronto. Mientras tanto, decidimos hacer una versión mucho más corta para poder participar en un concurso llamado #CreativeUnderQuarantine y optar por el premio en metálico para poder asumir todos los costos de postproducción que implica la finalización de un documental.
Los invitamos a todos ver esta historia y a votar por ella. Esperamos que ustedes también puedan aprender tanto como nosotras.
Isolation Stories:https://vimeo.com/409556284