Nuestra primera conversación fue por Instagram cuando él vino a Nueva York, y por supuesto mi comentario fué “¡Vamos a vernos!”. A pesar de que no coincidimos, empezamos a hablar con más frecuencia y pues, cuando Guillermo me contacto con la oportunidad de hacer esta columna, no pude dejar de pensar lo maravilloso que sería que otras personas conocieran su trabajo. Jeff no es sólo un diseñador dedicado a la ilustración, ¡también es piñatero! Y lo más interesante de su trabajo es que ha logrado ese equilibrio perfecto donde puede usar todas sus pasiones en cada uno de los proyectos en los que trabaja y por supuesto crear mundos maravillosos.
Aquí les dejo a Jeff.
Jennifer Dopazo: Cuéntame un poco de tu trayectoria profesional, ¿donde empezó el interés por la ilustración y el diseño gráfico?
Jefferson Quintana: Cuando era muy pequeño mis padres se divorciaron. Mi abuela me cuidaba mientras mi mamá trabajaba todo el día. Mi mayor diversión en esos momentos era crear dibujos, muchos dibujos, también pequeños escenarios donde actuaban todos mis muñecos de Disney con escenografías de carátulas de libros. Pero, sobretodo, mi mayor diversión era hacer muchas piñatas, algunas de plastilina y otras de cartón. Ahora que soy grande pienso que, desde muy pequeño, he estado vinculado con la comunicación visual entendiéndola como un oficio de disfrute: la creación y la imaginación como alegría y entretenimiento para mí y para los otros.
Al salir de bachillerato decido estudiar en la escuela PROdiseño. Allí comencé a entender el poder de la comunicación visual y cómo podía aplicarla a distintos problemas a través de distintos medios, bien sea la ilustración, el diseño, el diseño industrial. Después de terminar mi carrera, el interés por desarrollar proyectos visuales ha seguido creciendo y extendiéndose a nuevos medios que no había explorado. He tenido la oportunidad de entrar en el mundo del teatro, donde me he desempeñado como director de arte y escenógrafo, combinado con el diseño gráfico.
JD: Además de diseñador gráfico e ilustrador, eres piñatero. ¿Recuerdas cuándo fue la primera vez que viste a alguien haciendo piñatas? ¿En que ha influenciado el Jefferson piñatero al Jefferson diseñador/ilustrador?
JQ: No recuerdo la primera vez que tuve una piñata en mis manos, pero sí recuerdo que, siendo muy pequeño, el instinto y la curiosidad me llevaron a revisar algunas de ellas por dentro para saber cómo estaban hechas. Realmente me encantaba asomarme con una linterna a descubrir esas maravillosas estructuras de cartón tejido que daban forma a tantos personajes.
Fue la señora Nisa, una vecina muy querida y casi abuela que me conoce desde que nací, quien al verme tan interesado en esas figuras me enseñó a hacerlas cuando tenía nueve años. Picar el papel. Mezclar el pegamento. Dar forma al cartón. Ahora, cada vez que le muestro una de las piñatas que hago ella me dice —con ojos brillantes— que me quiere mucho. Supongo debe sentirse orgullosa de haberme enseñado.
En la hechura de una piñata intervienen muchos pasos parecidos al proceso de cualquier acto creativo. Hay un boceto previo. Planificación. Herramientas y materiales a escoger. Selección de colores. Esa sistematización ha devenido en las distintas áreas en las que he podido desempeñarme. La influencia de las piñatas en mi trabajo es grandísima. En algunas de las obras de teatro para las que he realizado utilería, he podido insertar mis queridas figuras de cartón o evocarlas en el diseño de algún vestuario. Incluso también en el mundo de la ilustración. El collage —técnica que he usado como ilustrador— siento que mantiene el mismo principio del papel cortado sobrepuesto, así como en los juegos cromáticos que puedo aplicar cuando diseño un logotipo.
JD: ¿Cuál ha sido el mejor consejo que has recibido en todos estos años trabajando diseñador?
JQ: Tengo profesores y amigos que han ido nutriendo mi formación. Ver clases con Adriana Genel y Efrén Rojas me permitió entender cómo podía vincular lo que soy con lo que hago, o traducir la manera de aproximarme a un proyecto personal a cualquier otro reto de comunicación visual que se me presente, es decir, mirar cada proyecto desde lo que soy como creador. También recuerdo con mucho cariño las sesiones junto a Carlos Rodríguez en mi primer trabajo siendo su asistente en el Departamento de Diseño del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas. Gracias a él comprendí la importancia de una idea, de valorar un boceto fugaz creado en una servilleta, de hacer maquetas, de observar las formas con detenimiento y sensibilidad.
JD: ¿Podrías compartir la mayor lección que has aprendido en tu carrera creativa?
JQ: Creo que lo más importante es disfrutar lo que haces, sea lo que sea, si no lo disfrutas no tiene sentido hacerlo. La gente nota cuando hay cariño en un proyecto o cuando hay algo más por detrás. Y, sobre todo, la mayor lección sería justificar siempre cada elemento que se diseñe, que todo tenga un por qué, si no lo tiene quizás no debería existir.
JD: ¿Recuerdas algún momento en tu vida profesional que te ha ayudado a mejorar la manera en que trabajas? ¿Algún momento de esos “ajá” que te haya hecho cambiar el rumbo o la manera en que te involucras en tus proyectos?
JQ: Hubo un momento clave en mi formación de PROdiseño. Durante un proyecto de clases de tipografía con Gabriela Fontanillas y Carlos Rodríguez, en el cual debíamos diseñar una colección de libros, pude comprender cómo dar forma a una verdadera idea y lograr comunicarla, fue ese “ajá” el que hizo que de ahí en adelante me enfrentara de una manera diferente a cualquier proyecto.
JD: ¿Cuál ha sido el mayor sacrificio que has hecho para poder lograr lo que tienes hoy en tu carrera creativa?
JQ: Lo más difícil ha sido mantener el contacto continuo con los seres más queridos. Siendo FreeLancer, el diseño, la ilustración y el teatro demandan mucho tiempo de dedicación para obtener los resultados deseados. A veces uno quisiera compartir los resultados del trabajo con familiares y amigos, así que cada vez que puedo les mando una foto de mis proyectos o alguna palabra virtual a los amigos que están más lejos y procuro encontrarme, por más difícil que sea, de vez en cuando, con los que tengo cerca.
JD: ¿Cuáles son los consejos que le darías a quien quiera seguir una carrera como la tuya?
JQ: Es muy importante saber escuchar las opiniones que recibas y, más que escucharlas, interpretarlas de la mejor manera. Y ser sincero y honesto con uno mismo. En el trabajo visual —y creo que en cualquier trabajo— eso se siente. Las personas son capaces de percibir cuando algo pertenece a alguien de verdad, a un pensamiento, a una manera particular de ver las cosas.
JD: ¿Qué libros o recursos recomendarías a aquellos que están empezando a crear su propio camino como emprendedores?
JQ: Tengo algunos libros de consulta continua que sin duda alguna han influenciado mi oficio. Entre los libros más queridos se encuentra Cosas sueltas y secretas de Adriano González y Adriana Genel, publicado por Camelia Ediciones: es el libro que más he regalado; Nocturno: recetario de sueños, de Isol; Forget all the rules you ever learned about graphic design. Including the ones in this book, de Bob Gill; Animalario universal del profesor Revillod, ilustrado por Javier Saéz Castán; Los sueños de Helena, de Eduardo Galeano e ilustrado por Isidro Ferrer; Henris walk to Paris, ilustrado por Saul Bass y escrito por Leonore Klein; La Emblemática, de Gerd Leufert, diseñada por Álvaro Sotillo.
JD: En tu opinión, ¿Qué crees debe ser considerado por aquellos que quieren empezar una carrera en la ilustración, el diseño gráfico e incluso piñatería?
JQ: Empezar sin ningún tipo de prejuicio, estar abierto a observar con detenimiento, siendo muy curioso, pues el detonante a una buena idea puede estar en cualquier lugar, en una película, una pintura, un paisaje, una situación, una conversación, una obra de teatro, un libro. Eso: estar atentos y despiertos.
JD: ¿Cómo quieres ser recordado?
JQ: Espero haber podido enseñar algo en cada uno de los proyectos que logre realizar en mi vida, que me recuerden como alguien honesto que siempre enfrentó con humor y mirada de niño cada reto. Y si no es mucho pedir, que alguien —en algún lugar— cuando vea una piñata piense en mí.
Página web: http://cargocollective.com/conjotaydobleefe/
Link al video de las piñatas: https://www.youtube.com/watch?v=jAe_PSjFqMQ
Twitter/Instagram: @condobleefe
Contacto: hellojeffquintana@gmail.com
Fotos: Raquel Cartaya y Maki Ochoa. Retratos de Antonella Palumbo